Para nadie es un secreto que, debido a la pandemia, el sistema económico y social de todos los países del mundo ha sido golpeado abruptamente. Hemos visto cómo la economía de grandes potencias ha decaído, lo que ha llevado a que millones de personas pierdan sus negocios y otros millones, pierdan sus empleos. Para tener una idea de la magnitud, según la OIT en Latinoamérica y el Caribe, se han perdido 26 millones de empleos en 2020.
Colombia no es la excepción a la regla en esta situación, un país en el que definitivamente se han intensificado los problemas económicos y con ellos los sociales. Según El Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, el desempleo en Colombia en marzo de 2021 fue de 14,2 %, un aumento de 1,6 puntos porcentuales comparado con el mismo mes del 2020 cuando la tasa se ubicó en 12,6 %. Lo anterior se traduce en 3.437.000 personas en situación de desempleo en marzo de 2021 frente a 2.969.000 personas del período anterior.
Teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena recalcar que la población más afectada por el desempleo, ha sido la de mujeres. Así lo muestra el mismo DANE en las más recientes cifras que indican que en enero de 2021 se evidenció en Colombia una reducción del 10,8 % de la población de mujeres ocupadas y del 5,0 % de hombres ocupados en comparación con el mismo mes del año inmediatamente anterior.
Sin duda, esta situación demuestra que las mujeres son un grupo vulnerable muy afectado. Aún, en pleno siglo 21, existen empresas que se quedaron atrás, que piensan que la contratación de personal masculino es mejor, por ser los del “trabajo pesado”, los más preparados e incluso, los que tienen menos “ataduras” y son más comprometidos. Las compañías que piensan así, son organizaciones que, sin duda, no han prosperado, no han evolucionado y están muy lejos de la realidad.
Así las cosas, es importante que los diferentes sectores económicos que impulsen el mercado laboral, vuelquen sus estrategias a unas más equitativas e inclusivas, que permitan equilibrar, por ejemplo, las cifras entregadas por el DANE, que indican que para el trimestre de octubre – diciembre del 2020, la tasa de desempleo para las mujeres se ubicó en el 18%,7, mientras que las de los hombres fue del 10,2%.
Las mujeres definitivamente por sus cualidades y aptitudes, son un grupo poblacional que contribuye al fortalecimiento y promueve el sistema laboral colombiano. Que tienen igual compromiso que el personal masculino, que son tan profesionales como cualquier persona y que tienen los mismos derechos, como lo es el derecho al trabajo digno, como cualquier otro ciudadano.
Es hora de seguir, de dar igualdad en las oportunidades, de abrir espacios y puertas, de impulsar el mercado laboral femenino. Es hora de fortalecer el pensamiento inclusivo e igualitario empresarial, que permitan no solo bajar los indicadores de desempleo en la población femenina, sino potencializar el mercado laboral en general.